Los cuerpos sutiles son como capas de aura que envuelven al cuerpo físico y que juntas forman nuestra aura. En
general, se distinguen cinco cuerpos
sutiles que envuelven el cuerpo físico en capas sucesivas:
El cuerpo etérico, que es el menos sutil de los cuerpos
sutiles. Es el cuerpo que se detecta con
una cámara Kirlian y que se asocia erróneamente
con el aura. Suele compararse con un campo electromagnético y sirve de
enlace entre el cuerpo físico y los
demás cuerpos sutiles. Nos une a la tierra y a
nuestras raíces. Está asociado al primer y segundo chakra. Sus colores
son el rojo fuego, el rojo escarlata y
el naranja.
El cuerpo astral es el segundo cuerpo sutil. En él se
acumulan todas nuestras emociones. El
«calor» del corazón procede del cuerpo astral, que es donde se debe trabajar para modificar un
esquema educativo o una creencia. Está
asociado al plexo solar y su color es el amarillo.
El cuerpo mental es el menos estático de todos los
cuerpos sutiles. Está directamente
influenciado por nuestro estado mental del momento, y es el responsable de impulsar los demás
cuerpos sutiles. Está asociado a los
chakras del corazón, timo y cuello. Sus colores son el verde, el
turquesa y el azul.
El cuerpo causal encierra el secreto de la planificación
de nuestra vida, en él se recoge toda la
información acerca de nuestro karma y
nuestro dharma. Está asociado al chakra del tercer ojo. Su color es el
añil.
El cuerpo espiritual permanece de encarnación en
encarnación, en él se esconde nuestro
espíritu, nuestro yo divino. Está relacionado con el chakra coronal. Su color es el violeta.
Los chakras y los cuerpos sutiles funcionan como una pareja:
los chakras son yang, masculinos y
activos, y los cuerpos sutiles son yin,
femeninos y pasivos.