lunes, 15 de agosto de 2016

Recurrir al alma de las plantas


En la antigüedad, la mayoría de las civilizaciones pensaban que los animales, los vegetales y los minerales eran seres vivos completos que también poseían alma. Muchos rituales de la época consistían en entrar en contacto con esas almas. Estas civilizaciones creían que todas las almas podían emitir un campo energético, un aura, que tenían la capacidad –incluso el deber- de curar física, emocional y espiritualmente al ser humano.

En otro tiempo, el médico consultaba la naturaleza y apelaba al alma más apta para resolver el desequilibrio del momento. Era un médico, pero también un sacerdote, un sabio, un hechicero y un clarividente cuya misión consistía en ayudar al ser humano a reencontrar el equilibrio físico, emocional y espiritual en el seno de la naturaleza.

El arte de la curación no era simple teoría, sino que mantenía una comunicación directa con la tierra, las plantas, los animales y los minerales. Aquellas civilizaciones pensaban que todo estaba relacionado en el universo, distinguían el microcosmos de la tierra del macrocosmos del universo; para ellos, la tierra respiraba al ritmo del universo.

Estas culturas ancestrales buscaban ante todo la armonía entre el cielo y la tierra, eran conscientes del respeto y cuidados que debían a la tierra, al cielo, al agua y al fuego para lograrlo, observarlos y tener en cuenta sus diferentes manifestaciones. La fuerza de regeneración de la naturaleza, se manifiesta en la fertilidad de la tierra, el crecimiento de las plantas y la maduración de los frutos.

Al igual que sucedía entonces, hoy en día no podemos comprender la Aromaterapia energética, o sea, la energía del alma de las plantas, exclusivamente desde el punto de vista intelectual. Sólo es posible comprender la fuerza holística de los aceites esenciales si se aprecia la naturaleza, se observa con mirada inocente, se sienten las plantas con el corazón, se huele su aroma dejando la mente analítica a un lado, sin juzgarlas ni reducirlas a conceptos racionales. Únicamente en estos momentos de asombro ante la naturaleza, se pueden descubrir las propiedades energéticas de los aceites esenciales, comprender sus aspectos más sutiles y los puntos específicos del cuerpo físico sobre los que actúan.

La comprensión de la Aromaterapia energética, pasa por la observación cotidiana de la naturaleza y por plantearse constantemente esta pregunta: ¿Qué plantas me ayudan a crecer y cuáles me ayudan a desarrollar al máximo mis capacidades en este momento preciso?


La denominación de una planta, su aspecto físico, su importancia en la naturaleza, en la mitología o en la historia de la humanidad, pueden ser características más reveladoras que una lista de componentes bioquímicos para comprender un aceite esencial. Dicho enfoque es la base de todo conocimiento en materia de plantas medicinales. En la medicina india ayurvédica, es el enfoque fundamental desde hace miles de años. 

Tomado de Aromas que Curan. 

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